EL PODER y EL LIDERAZGO
Este pasado lunes vi por primera vez (y sospecho que la última) un conocido programa
concurso de cocina, concretamente la parte en donde los concursantes preparaban un
plato.
El jurado lo conformaban parece ser que los tres jueces de reconocida fama en los
ambientes televisivos y culinarios, concretamente dos hombres y una mujer, además un
cocinero invitado.
Los concursantes prepararon sus respectivos platos como buenamente supieron y pudieron,
para pasar posteriormente a exponer sus platos al juicio del susodicho jurado. Lo que vi a
continuación me dejó perplejo. El jurado, exceptuando el cocinero invitado, fue
absolutamente IMPRESENTABLE, y digo esto porque fueron totalmente irrespetuosos con
los concursantes, faltones, burlones, despreciativos, y todo un amplio elenco de adjetivos
“descalificativos” a cuál más malsonante.
El patrón de conducta con el que actuaron los mencionados jueces, respondía al seguido
por aquellas personas qué, sintiéndose poca cosa, les dan PODER sobre otros y esto hace
que se vuelvan absolutamente tiranos y despreciativos hacia sus congéneres.
Hay un axioma que suelo tener muy presente siempre y que dice: “DURO CON LO
HECHOS, SUAVE CON LAS PERSONAS”. Esta gente que conformaba el “jurado” era la
antítesis de este planteamiento. El comportamiento con uno de los concursantes, cuyo plato
parece ser que no era nada del otro mundo, fue deleznable, se regodearon en la
descalificación, se pudo apreciar claramente como el concursante se le desencaja la cara
reflejo del varapalo que estaba recibiendo, y lejos de recomponer el mensaje y variarlo
hacia un tono más constructivo, siguieron con la tónica destructiva e irrespetuosa, hasta
llevar al susodicho concursante prácticamente a las lágrimas.
Entiendo que un líder -qué es el que tiene la autoridad sobre los demás- tiene que tener un
comportamiento absolutamente ejemplar hacia las personas bajo su responsabilidad y,
además, tiene que hablar para estimular el crecimiento de las personas de su equipo y
hacer del error un motivo de aprendizaje constructivo.
No vale eso de que la televisión es espectáculo, o que es necesario crear morbo para hacer
subir la audiencia. En cualquier caso, ¿Cuál es la catadura moral de aquella persona que se
presta a entrar en ese juego por dinero?………. Sencillamente poco o nada ejemplarizante.
Si el modelo de liderazgo que se prédica -y más a través de una televisión pública- es este,
aviados vamos.
Toda persona atribuida de poder, y que ejerce el mismo de forma despótica e irrespetuosa
hacia los demás solo tiene un calificativo: DESPRECIABLE, y con su actuación ycomportamiento está haciendo bueno el refrán ese que dice: “Nunca pidas a quien pidió,
ni sirvas a quien sirvió, porque no hay mayor tirano que un pobre hecho amo”